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Monday, May 31, 2010

El árbol venenoso de Macassar o Upas-Tree

Los Sakais extrayendo veneno del Upa tree. Imagen de Project Gutenberg

En parte por hechos acaecidos, y en parte por fantasías, existen muchas historias terroríficas acerca de los árboles Upas o venenosos de Macasar. Antiguamente, los viajeros decían que eran tan venenosos, que sus exhalaciones mataban vegetales y animales en millas a su alrededor. Si los pájaros se posaban sobre sus ramas, morían instantáneamente. Sólo se veían esqueletos bajo el árbol. Un médico holandés, llamado Foersche, quien viajó a Java, donde el temible árbol crecía, publicó en 1783 que nada crecía cerca de este árbol y que en una ocasión, un campamento de 1600 refugiados, a 14 millas de distancia, había visto morir a 300 de sus habitantes en dos meses. Las historias también dan cuenta del emperador de Java quien usaba el veneno del árbol para matar a las personas que lo habían ofendido.
En realidad, los Upas Trees crecen en Celebes, Sumatra, Java y Borneo. Su nombre botánico es Antiaris Toxicaria y pertenece a la familia de los Urticaceae. El veneno reside en una especie de goma transparente que exuda, y al entrar en contacto con el aire se endurece. Si se la toca, produce una erupción, pero nada más. Sin embargo, los nativos de Java, obtenían de ello un poderoso veneno para sus dardos huecos.
Del libro ¨My friends the savages¨, de Giovanni Battista Cerruti (1908)extraigo un párrafo donde se explica el proceso para producir el veneno y ruego a los lectores de lengua hispana usen el traductor del blog:

Rama del Upa tree. Imagen de Project Gutenberg.org

The ipok called "upas" by the Malays and "antiaris toxicaria" by botanists is a tree which supplies a poisonous juice to the Sakais of the plain. It is a colossus of the forest, and belongs to the nettle family.
It has broad, shiny leaves something like those of the magnolia, and numerous species are to be found in the Malay Jungle.
When the season is not too damp and there is a full moon the Sakais make some deep cuts in the bark of this tree and place some bamboo tubes around it in order to catch the sap which flows out abundantly. This juice has a gluey, resinous appearance and is white or yellow according to whether it is extracted from the trunk or from a young bough.
Then, whilst still in the thick of the forest, they light up a fire and boil the liquid during which process the Alà, who presides over the work, mutters the magical [211]words without which the poison would not have the desired force.
It is not taken from the fire until it presents the aspect of tar, in thickness and colour. Finished to boil, some lemons are squeezed over it and after throwing in red arsenic and other drugs it is all stirred up together and the mixture is ready for use.
The substances added to the ipok—with the exception of the arsenic—are not toxical but are only the expression of Sakai prejudices.
The flesh of animals killed with arrows dipped in ipok are perfectly eatable after being cooked a little, but the precaution must be taken of cutting away for about an inch round the wound which turns purple immediately from the action of the poison.
An antidote against ipok poisoning is found in the juice of a climber called lemmak kapiting. By energetically rubbing the wound with this juice all baneful effects of the ipok are checked.

Para quienes deseen saber más sobre esta tribu, el libro se encuentra publicado por Project Gutenberg on line. Las imágenes pertenecen al libro.
Referencia: Green Magic. De Leslie Gordon. P. 59

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